¿Porque el ejercicio nos genera felicidad?

Albeiro Sotelo MD esp. Medicina Interna

El ejercicio, —además de los beneficios a nivel neuroendocrino, cardiovascular, hematológico, renal, metabólico, inmunológico, psicológico, entre otros, relacionados con la liberación de más de una veintena de hormonas, como la hormona del crecimiento, la testosterona, el estradiol, la progesterona, las catecolaminas, la tiroxina, etc. —es una de las actividades que mayor sensación de felicidad, bienestar, calma y tranquilidad genera gracias a la liberación de hormonas como la dopamina, la serotonina y las endorfinas[1, 2]

Los estudios muestran que, independientemente de la edad, la raza, el género, el tipo de deporte, la realización de actividades físicas se asocia con mayores índices de satisfacción de la vida y felicidad[3, 4] Los niños que realizan una actividad física de moderada a intensa, son más saludables, tienen una mejor autoestima y se enferman menos que los que realizan una actividad física menor[5] En los adolescentes independiente de la raza, la realización de ejercicio se relaciona con un mejor disfrute de la vida y auto-eficacia[4]. Las personas mayores que realizan una actividad física regular son más saludables, disfrutan más la vida y se deprimen menos, pues hay evidencia que la disminución de la capacidad de disfrutar la vida puede estar relacionada con la disminución de la función física en este tipo de individuos[6]

Con relación al género los niños y adolescentes varones parecen disfrutar más el deporte que las mujeres. Pero, al identificar las barreras que impiden a las niñas realizar ejercicio y aumentar en ellas la actividad física incrementa el goce[7]. Pues, los niveles más altos de competición se asocian con mayor disfrute[8].

¿Qué tipo de deporte practicar?

El que más te guste o el que desees. Cualquier actividad física o deporte, —como caminar, actividades de jardinería, polo, etcétera, —que realices por más de diez minutos diarios, traerá consigo una sensación de bienestar, felicidad y a largo plazo notable mejoría de tu salud física y mental[9]. El balonpié, el baloncesto, el golf, la natación, las caminatas al aire libre, el uso de la bicicleta estática, los ejercicios aeróbicos, etc. son actividades que puedes realizar. En personas de edad avanzada actividades de bajo impacto —como caminar, ejercicios aeróbicos, yoga, —se benefician de este tipo de actividades. Un estudio mostró que en personas mayores, el ciclismo puede ser una forma divertida de cumplir con las recomendaciones de actividad física y se asocia con una mejoría de la autoestima[10]

El ejercicio al aire libre, como dar un paseo de diez minutos, sobre todo en aquellas lugares que te permitan estar en contacto con la naturaleza mejoran las respuestas afectivas, las emociones positivas y refuerzan los sistemas de recompensa, lo que hace que además de disfrutar de la actividad física, las personas estén dispuestas a continuar realizando en el futuro este tipo de actividades. Lo que sugiere que el medio ambiente tiene un efecto sinérgico en emociones positivas que se experimentan al realizar deporte[11].

El ejercicio parece ser el mejor antídoto contra el estrés y la tristeza. La actividad física incrementa las emociones positivas, el estado de ánimo y disminuye las emociones negativas como el estrés, la ansiedad, la ira, el enojo, la tristeza entre otros, mejorando de esta manera los síntomas depresivos. Un estudio publicado en 2005 encontró que caminar rápido por unos 35 minutos al día, cinco veces a la semana o 60 minutos al día, tres veces a la semana tenían una influencia significativa en síntomas leves o moderados de depresión. Las investigaciones demuestran que las personas que han salido de la depresión con ejercicio y continúan realizando actividades físicas tienen tasas de recaídas menores que aquellos que fueron tratados con medicamentos, pues estudios de la Universidad de Harvard demuestran que el deporte mejora la depresión leve a moderada y ayuda a prevenir la recurrencia. Pero, usted no tiene que estar deprimido para beneficiarse del ejercicio. La realización de una actividad física mejora la sensación de bienestar, felicidad, mejora el poder de atención, concentración, la memoria y los procesos de neurogénesis (formación de neuronas).

Estas sensaciones de bienestar, calma, tranquilidad, disfrute, goce y felicidad que experimentas después de realizar actividad física no solo están completamente probados a corto plazo sino que parecen perdurar por largo tiempo[12] Hay estudios que sugieren que después de diez meses de actividad física regular, el realizar ejercicio por más de diez minutos, la sensación de bienestar puede durar hasta diez horas diarias. Una Encuesta Nacional sobre —la realización de actividad física durante el tiempo libre —mostró que el cambio en los hábitos de la actividad física, —ya sea realizar ejercicio o permanecer inactivo —durante un período en el transcurso de dos a cuatro años se asociaron con alteraciones del estado de animo a futuro, pues se encontró que el deporte está asociado a la felicidad a largo plazo y que el sedentarismo se asocia con riesgo de no serlo en dos años[12].

El ejercicio ayuda a mejorar la calidad y el goce de la vida sexual de las parejas. Los estudios indican que el ejercicio moderado aumenta la respuesta genital a estímulos eróticos en las mujeres[13], incluso en aquellas que están tomando antidepresivos[14].El ejercicio produce cambios a nivel hormonal, de neurotransmisores, el humor y del sistema nervioso simpático lo cual produce un aumento fisiológico en la excitación sexual fisiológica[13].En los hombres adultos jóvenes el ejercicio aumenta los niveles de testosterona[15] con lo cual mejora la satisfacción y calidad de la relación sexual.

La realización de una actividad física se asocia con mayores niveles de satisfacción, calidad de vida y felicidad. Esta asociación no es causal y parece estar mediada por factores genéticos que influyen tanto en el comportamiento del ejercicio como en el bienestar[3].

Referencias:

1. Chicharro, J.L. and A.F. Vaquero, Fisiologa del ejercicio/Physiology of Exercise. 2006: Ed. Médica Panamericana.

2. Siegel, D.J., Mindfulness y psicoterapia: Técnicas prácticas de atención plena para psicoterapeutas. 2012: Editorial Paidós.

3. Stubbe, J., et al., The association between exercise participation and well-being: a co-twin study. Preventive medicine, 2007. 44(2): p. 148-152.

4. Dishman, R.K., et al., Enjoyment mediates effects of a school-based physical-activity intervention. Medicine and science in sports and exercise, 2005. 37(3): p. 478-487.

5. Breslin, G., et al., Physical activity, gender, weight status, and wellbeing in 9-to 11-year-old children: A cross-sectional survey. Journal of Physical Activity and Health, 2012. 9(3): p. 394.

6. Steptoe, A., et al., Enjoyment of life and declining physical function at older ages: a longitudinal cohort study. Canadian Medical Association Journal, 2014. 186(4): p. E150-E156.

7. Schneider, M. and D.M. Cooper, Enjoyment of exercise moderates the impact of a school-based physical activity intervention. Int J Behav Nutr Phys Act, 2011. 8: p. 64.

8. Cairney, J., et al., Gender, perceived competence and the enjoyment of physical education in children: a longitudinal examination. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 2012. 9(1): p. 26.

9. Vail, J.D., Polo for all ages: exercise should be functional... and fun! Journal of psychosocial nursing and mental health services, 2009. 47(5): p. 24-27.

10. Zander, A., et al., Joy, exercise, enjoyment, getting out: A qualitative study of older people's experience of cycling in Sydney, Australia. Journal of environmental and public health, 2013. 2013.

11. Focht, B.C., Brief walks in outdoor and laboratory environments: effects on affective responses, enjoyment, and intentions to walk for exercise. Research quarterly for exercise and sport, 2009. 80(3): p. 611-620.